La cometa y el hombre

La cometa y el hombre
Danzando en el aire, al extremo de un hilo,
Al ritmo voluptuoso que le impone el viento,
Soñando liberarse, cual posible evento,
Ondula la cometa, con la cola en vilo.

Con ansias reprimidas de elevarse,
Por los cielos a mundos infinitos,
Sigue del viento y del chaval los ritos,
En su vano esfuerzo por emanciparse.

Sabe que, al bajar, cuando acabe el juego,
Quedará varada, sin alas, sin alma,
Y que en un rincón, en forzada calma,
Vivirá frustrada, sin alzar su vuelo.

Y viendo la cometa he pensado,
Que loco danzo yo, y en mi ceguera,
Dejo de lado a la alma compañera,
En un rincón oscuro y olvidado.

¡Qué pena que el hombre,
Cuando su alma vuela,
No la quiera dejar en libertad,
Para que vaya a Dios y luego vuelva,
Con el mensaje sabio de su Verdad!

Danzando por la vida, como marioneta,
El ritmo estrepitoso, que da la sociedad,
El hombre pierde el tino y
No encuentra su meta,
Y a su alma sumerge en honda oscuridad.

Con ansias reprimidas de elevarse,
Por los cielos a mundos infinitos,
El alma sueña con emanciparse,
Del hombre que es esclavo
De sus propios ritos

Y no defiende de su libertad
Que le dio la vida un lugar
Bendito para no resignarse
Si no para luchar por lograr
Su completa felicidad
Y como la cometa volar alto
Hasta el infinito
Donde tiene su lugar
Repleto de felicidad
  Francis Falcón..