EL ARBOL AMIGO

 EL ARBOL AMIGO

Dónde estará plantado el árbol
Que un día incierto, que sólo Dios sabe,
Ha de dejar conmigo este mundo
Por las entrañas de la Tierra Madre.

En que selva escondido,
O en qué pie de montaña,
 O en qué paraje perdido,
Vive ahora en el olvido.

El que mañana partirá conmigo 

Quisiera saber cuál es su ventura.
Mirarlo de cerca, su tronco abrazar,
Soplarle mi aliento, sentir su tersura.

Pensar que sus tablas serán la envoltura
Que en la noche oscura me han de custodiar. 

Quisiera sentarme bajo su ramaje,
Fumar un cigarro junto al compañero.

Y en lenguaje quedo, tranquilo, sereno,
Contarle mis cosas antes del viaje.

 Decirle que un día nací sin pedirlo,
Que tuve un entorno que yo no elegí;

Más, viví con gusto, amé ese entorno,
Y bendije a Dios por donde  nací.

 Yo, como mi árbol, clavé mis raíces,
Extendí un ramaje, y mis frutos di;

Yo, como mi árbol, entre otros ramajes,
Luché duro y firme por sobrevivir.

 No anhelé riquezas, ni buqué blasones;

Y aunque fui brillante, no lo deseé;
Di un humilde tono  a mis ilusiones,
Y en esa humildad a Dios encontré.

Estas y otras cosas quisieran contarte,
Árbol  mi buen amigo, que me esperas ya;
Tener un contacto ante el Viaje
Y hacer nuestros planes, por la Eternidad.

Quisiera sentarme bajo tu ramaje,
Fumar un cigarro, mis cosas contar;
Estar junto a ti, y  después dejarte,
Hasta que la muerte nos vuelva a juntar.

Quisiera decirte que no tengo miedo,
Que en Dios he vivido, y con Dios he de morir;
Que a Dios yo le debo lo poco que he sido,
Y a Dios le agradezco lo poco que fui

Dónde estará viviendo el árbol
Que paralelo a mi vida, nació y morirá
Donde estará mi pobre árbol amigo
Que un día incierto conmigo vendrá

En qué selva escondido,
O en qué pie de montaña,
O en qué paraje perdido
Vive ahora el  árbol amigo
Que conmigo mañana partirá...

Francis Falcón